un alma dominicana que no gusta de largas horas de soledad y de recogimiento se engaña si cree que su acción seguirá teniendo fecundidad espiritual. Es necesario mezclarse con la gente para obrar, pero es necesario , al mismo tiempo, saber apartarse de ella para reflexionar y orar. Santo Domingo fue un alma de gran silencio . Santo Tomás fue llamado por sus condiscípulos "el buey mudo de Sicilia".. El Padre Lacordaire preparaba sus brillantes conferencias en Notre Dame, en París durante largas jornadas de reflexión y de intimidad con Dios.
La profundidad espirirual de un alma se mide por su capacidad de silencio.
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