martes, 20 de septiembre de 2011

LA NECESIDAD DEL SILENCIO



El alma es un laberinto de pensamientos y sentimientos. Todo el día estamos construyendo una realidad que para muchos es una locura,  pues nos regimos por leyes tan ajenas a nosotros mismos que en un momento dado colapsamos.
Nuestra alma debe sentirse como un ave en pleno vuelo, experimentar la libertad y la grandeza de la creación, la cual deseamos tragarla en un solo respiro, dejando que la brisa toque todo nuestro ser y como un aire fresco el silencio reconforte nuestro ser tan fatigado de momentos y de pensamientos, de sucesos que como una cadena va uno detrás del otro incansables e interminables.
Todo cambia cuando nos encontramos en el verdadero silencio, nuestra alma se eleva, trasciende a dimensiones inimaginables, descansa y sueña. Qué estado mas hermoso el de la soledad y el silencio. Creo que el alma al ser creada en el silencio profundo de la eternidad, experimenta la eternidad cuando vive en el silencio, toda palabra que proviene de la sabiduría eterna se logra percibir, nos encontramos con lo que verdaderamente somos, experiencia que transforma y nos vuelve al verdadero camino, es como encontrar un oasis en el desierto. Hoy debemos poseer almas de ermitaños en medio de estas moles de cemento, para no perder la esencia que desde la creación poseemos y que se manifiesta tras el cese de todo ruido, de todo sonido que entorpezca la armonía interior.  Qué dulce es el silencio.

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